La noche cayó dando tumbos, herida de ocasos rojos...
A lo lejos casi al borde del horizonte la luna busca los escalones del cielo.
Mientras tanto no encuentras entre tus recuerdos esas manos ávidas rozando tus senos, solo quedan reflejos que dejaron las caricias hoy magras de gozo... Sentada al borde de tu cama agachas la cabeza rendiéndote ante tu soledad...
Hoy tampoco vendrá como hace tantas noches, alzas tus brazos buscando el perfumero... dejas caer unas gotas sobre la almohada, tal vez entre sombras llegue.
Son viajes de ida, no puedes escapar del encierro, no existen paraísos ni infierno, solo la nada al igual que tus recuerdos, no busques, no escarbes, el reloj no atrasa solo avanza. No caigas al abismo, no dejes que Caronte en su nave te condene a mares bravíos del Hades... Ansía la aurora que las gotas de rocío enjuaguen tus ojos, no estés triste...
Aun siguen floreciendo rosas en tu jardín...